Las enfermedades
mentales son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del
desarrollo, consideradas como anormales con respecto al grupo social de
referencia del cual proviene el individuo. Se puede tratar de alteraciones en
el razonamiento, el comportamiento, la facultad de reconocer la realidad o de
adaptarse a las condiciones de la vida.
En la Edad Media al trastorno mental se le relacionaba con el demonio pues
pensaban que la persona estaba poseída por espíritus malvados y que tenía
alguna relación con la brujería, así que el tratamiento era la tortura o la
hoguera para liberar el alma.
En el siglo XIX, los manicomios eran como cárceles, pues solo se disfrazaba
la tortura como una curación, uno de los tantos casos fue en el hospital
psiquiátrico Charenton en París, donde aplicaban como tratamiento, mantenerlos
atados, sumergirlos en agua fría. Todo esto para apartar las ideas e ilusiones
que ellos pudieran albergar.
Hospital psiquiátrico Charenton en París.